sábado, 16 de abril de 2016

CASO PRÁCTICO SOBRE EL MÉTODO CIENTÍFICO

En las primeras clases el profesor nos planteó un caso práctico de un estudio realizado para introducirnos en el mundo de la estadística y la investigación.

En este estudio, realizado en un hospital de UK, se nos planteaba el uso o no de anestésico local en la punción arterial.

En primer lugar, se nos mostró las pautas a seguir en el procedimiento de la punción arterial según el protocolo SEPAR.


- Escoger la zona de punción: arteria radial (1º), humeral (2º) o femoral (3º).

- Prueba de Allen (circulación colateral): Apretar la muñeca para ver si tiene un problema de circulación, esto se produce cuando tarda mucho en volver a su coloración normal.

- Limpiar la zona de la piel con alcohol.

- Colocar la muñeca del paciente hiperextendida (palma de la mano hacia arriba y dirigida hacia abajo), formando un ángulo aproximadamente de 45º con la aguja.

- Preguntar al paciente di tiene hipersensibilidad a la anestesia y si está recibiendo tratamiento anticoagulante.

- Utilizar guantes desechables durante la punción.

- Inyectar subcutáneamente una pequeña cantidad (0,3 mL) de anestésico local, que no contenga adrenalina.

- Comprobar que la zona está perfectamente anestesiada (con el propio tacto o con ayuda de pequeños pinchazos con una aguja en la zona).

- En condiciones ideales, debe obtenerse un reflujo de angre púlsatil, capaz de elevar el émbolo de la jeringuilla de forma pasiva, obteniéndose entre 2 y 5 mL.

- Comprimir vigorosamente la zona de punción durante 2-3 min con objeto de prevenir la formación de hematoma. En pacientes con diátesis hemorrágica puede ser necesaria una compresión más profunda (15-20 min).

-Asegurar que la jeringa sea hermética utilizando tapón en la punta de la aguja u otro medio similar.

A continuación, nos presentaron la encuesta realizada. Ésta reveló que hay un gran porcentaje de enfermeros que no utilizaban anestésico, más del 80% y de ese 80%, un 47% decía que era porque la inyección del anestésico duele ya de por sí; contestaron que les parecía que la inyección del anestésico ya de por si es dolorosa como podría ser la propia punción arterial y les parece absurdo volver a realizar la punción. Sólo un 20% la utiliza. Sin embargo, la punción subcutánea es mucho menos dolorosa que la punción arterial y se realiza para evitar el dolor de la propia punción arterial, ya que ésta es mucho más dolorosa que la punción venosa tradicional.

  

Para buscar las evidencias correctas, se realizó un estudio aleatorio con un grupo de pacientes doble ciego, placebo (ni el médico ni el paciente sabe si está pinchando la anestesia). Se realizó a tres grupos: Grupo A (infiltración con el 2% del anestésico), Grupo B (infiltración del placebo, suero salino) y Grupo C (Grupo de control que no se le administró ni una cosa ni otra). Tras la aplicación de la técnica se le preguntó sobre las disconformidades de la técnicas y se compraran las diferencias significativas.

La conclusión fue que tras la comparación de las diferencias significativas indicaron la sospecha, en el grupo A hay menos dolor por parte del paciente y la técnica es más favorable tanto el paciente como para el enfermero que realiza la técnica. Por tanto, no es justificable que no se utilice el anestésico por parte del personal médico y como tal debería utilizarse. 

Espero que os haya sido de ayuda. Seguiré colgando más entradas de algún que otro ejercicio práctico. 

¡Buenos días a todos!

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