En este estudio, realizado en un hospital de UK, se nos planteaba el uso o no de anestésico local en la punción arterial.
En primer lugar, se nos mostró las pautas a seguir en el procedimiento de la punción arterial según el protocolo SEPAR.
- Prueba de Allen (circulación
colateral): Apretar la muñeca para ver si tiene un problema de circulación,
esto se produce cuando tarda mucho en volver a su coloración normal.
- Limpiar la zona de la piel con
alcohol.
- Colocar la muñeca del paciente
hiperextendida (palma de la mano hacia arriba y dirigida hacia abajo), formando
un ángulo aproximadamente de 45º con la aguja.
- Preguntar al paciente di tiene
hipersensibilidad a la anestesia y si está recibiendo tratamiento
anticoagulante.
- Utilizar guantes desechables
durante la punción.
- Inyectar subcutáneamente una
pequeña cantidad (0,3 mL) de anestésico local, que no contenga adrenalina.
- Comprobar que la zona está
perfectamente anestesiada (con el propio tacto o con ayuda de pequeños
pinchazos con una aguja en la zona).
- En condiciones ideales, debe
obtenerse un reflujo de angre púlsatil, capaz de elevar el émbolo de la
jeringuilla de forma pasiva, obteniéndose entre 2 y 5 mL.
- Comprimir vigorosamente la zona
de punción durante 2-3 min con objeto de prevenir la formación de hematoma. En
pacientes con diátesis hemorrágica puede ser necesaria una compresión más
profunda (15-20 min).
-Asegurar que la jeringa sea
hermética utilizando tapón en la punta de la aguja u otro medio similar.
A continuación, nos presentaron la encuesta realizada. Ésta reveló que hay un gran porcentaje de enfermeros que no utilizaban anestésico, más del 80% y de ese
80%, un 47% decía que era porque la inyección del anestésico duele ya de por sí; contestaron que les parecía que la inyección del anestésico ya de por si es dolorosa como podría ser la propia punción arterial y les parece absurdo volver a realizar la punción. Sólo un 20% la utiliza. Sin
embargo, la punción subcutánea es mucho menos dolorosa que la punción arterial
y se realiza para evitar el dolor de la propia punción arterial, ya que ésta es
mucho más dolorosa que la punción venosa tradicional.
Para buscar las evidencias correctas, se realizó un estudio aleatorio
con un grupo de pacientes doble ciego, placebo (ni el médico ni el paciente
sabe si está pinchando la anestesia). Se realizó a tres grupos: Grupo A (infiltración
con el 2% del anestésico), Grupo B (infiltración del placebo, suero salino) y
Grupo C (Grupo de control que no se le administró ni una cosa ni otra). Tras la
aplicación de la técnica se le preguntó sobre las disconformidades de la
técnicas y se compraran las diferencias significativas.
La conclusión fue que tras la
comparación de las diferencias significativas indicaron la sospecha, en el
grupo A hay menos dolor por parte del paciente y la técnica es más favorable
tanto el paciente como para el enfermero que realiza la técnica. Por tanto, no
es justificable que no se utilice el anestésico por parte del personal médico y
como tal debería utilizarse.
Espero que os haya sido de ayuda. Seguiré colgando más entradas de algún que otro ejercicio práctico.
¡Buenos días a todos!
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